LA SANTIDAD ES PUREZA

LA SANTIDAD ES PUREZA

Domingo 21 de enero de 2024

“Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:” Así nos invita el sacerdote a rezar el Padrenuestro. La expresión "Padrenuestro" nos revela la relación que existe entre los creyentes y Dios. Es un trato que nos muestra la proximidad de Dios y la relación paternal, amorosa y protectora de Dios hacia sus hijos. Entre Dios y sus hijos se establece la misma conexión que hay entre un padre-madre y un hijo. Y esta relación es inefable, porque es muy difícil de explicar. ¿Cómo es posible que una madre conozca cómo se encuentra su hijo a pesar de que no se vean indicios? ¿Cómo es posible que una madre perciba que su hijo está sufriendo a quilómetros de distancia? Esto solo es posible cuando el amor es extremadamente grande, como el que nos tiene Dios. Por eso Dios es nuestro Padre, porque nos ama hasta el extremo.


El posesivo nuestro también es significativo. Es Padre de todos, es el padre de la familia trinitaria. El Padre, que ama; el Hijo, que es el amado y el Espíritu que es el amor compartido. Ciertamente, es un amor que se vive en comunidad, desde la comunión y la sinodalidad. Teoría, teoría y más teoría... ¿Pero la sinodalidad no era caminar juntos? ¿No quiere decir corresponsabilidad en la misión evangelizadora? Es que, hoy por hoy, yo veo que quiere decir poner palos en las ruedas o hacer lo que me convenga o me da igual que alguien salga perjudicado... ¿De qué sirve predicar la sinodalidad si nuestras actitudes y acciones no se complementan? Parole parole, cantaban Mina y Alberto Lupo...


Y “que estás en el cielo”, ¿quiere decir que miremos al cielo para encontrar a Dios? Pues, nada, a mirar hacia arriba y a esperar. Y mientras nos despistamos, algunos individuos hacen y deshacen lo que quieren... Todavía hay personas que piensan que mirar al cielo les hará ver a Dios cuando, precisamente, a Dios le interesa más vivir abajo que arriba. Si no, ¿por qué se hizo hombre? Por lo tanto, ya basta de grandes discursos teológicos soporíferos! Y a empezar ya a demostrar que se está viviendo lo que se predica. Y si no, pues a ser coherentes y a actuar en consecuencia.


Y, entonces, ¿qué tenemos que hacer nosotros? Pues tener una vida honesta, íntegra y transparente. Sin engañar a nadie. Esto quiere decir "santidad". La santidad es lo que caracteriza las acciones de Dios, ¿no? Pues imitemos a Dios. ¿No es fácil, verdad? ¡Claro que no! ¡Pues no seamos hipócritas! Seamos conscientes de nuestras limitaciones, digámoslo, nadie es perfecto. Entre todos, nos podemos ayudar y hacer las cosas bien hechas. Eso es sinodalidad. Lo que no es sinodalidad es tirar por el camino del medio y hacer lo que a uno le convenga, dejando en la estacada a toda una comunidad que confía.


Pero, siempre, “hágase tu voluntad”.


Quien tenga oídos, oiga!



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